Si te sientes mareado, con fatiga
acumulada y con ganas de sentarte en algún lado porque sientes que el mundo
está girando más rápido que de costumbre quizás sea porque has estado muy
atareado últimamente, ¡necesitas un descanso! Otra explicación estaría
relacionada con tu presión arterial; no, no la tienes alta, de hecho es todo lo
contrario. Es un síndrome que se conoce como hipotensión.
Si bien es más común en mujeres
jóvenes, delgadas o en estado de embarazo, la hipotensión puede afectar a
cualquier persona. Hablamos de una condición anormal de la presión sanguínea,
la cual es mucho más baja de lo normal; entre los síntomas que advierten su
presencia están el vértigo, pérdida de equilibrio, visión borrosa y mareo, en
algunos casos se presentan desmayos. Normalmente esta sensación dura unos pocos
minutos. No se sabe a ciencia cierta qué
es lo que la origina, no obstante, se sabe que ciertas enfermedades provocan un descenso de la presión arterial.
El sitio http://www.tensoval.es/ menciona otras posibles causas: por herencia, cuando la madre y la hija experimentan una presión arterial baja (hablamos de hipotensión primaria). Si no se presentan síntomas, la hipotensión en estos casos resulta inocua, agrega el sitio web. Por su parte, la hipotensión secundaria se da como resultado de alguna enfermedad o por el consumo de algún medicamento (entre los fármacos que menciona la web están los psicotrópicos, los diuréticos y los antiarrítmicos). El estrés, la edad, el sedentarismo, el tipo de alimentación e incluso la temperatura pueden influir en los niveles de presión arterial que experimente un individuo.
El sitio http://www.tensoval.es/ menciona otras posibles causas: por herencia, cuando la madre y la hija experimentan una presión arterial baja (hablamos de hipotensión primaria). Si no se presentan síntomas, la hipotensión en estos casos resulta inocua, agrega el sitio web. Por su parte, la hipotensión secundaria se da como resultado de alguna enfermedad o por el consumo de algún medicamento (entre los fármacos que menciona la web están los psicotrópicos, los diuréticos y los antiarrítmicos). El estrés, la edad, el sedentarismo, el tipo de alimentación e incluso la temperatura pueden influir en los niveles de presión arterial que experimente un individuo.
Cuando la presión arterial es más
baja de lo normal el corazón, el cerebro y otras partes del cuerpo no reciben
suficiente sangre. Una presión arterial normal está entre 90/60 mmHg y 120/80
mmHg. Se considera que la presión es baja cuando está por debajo de 90 / 60
mmHg, sin embargo algunas personas mantienen bajos niveles sin que eso
signifique que sufren de hipotensión. Algunos
movimientos bruscos del cuerpo pueden originar hipotensión ortostática. Cuando los síntomas se dan después de
haber comido hablamos de hipotensión
ortostática posprandial, muy común en personas mayores, en pacientes con hipertensión
arterial o que tienen la enfermedad del Parkinson.
Por lo general, la hipotensión no
requiere de tratamientos, sin embargo, en algunos casos si se hace necesaria la
atención médica dependiendo de los síntomas que experimente el paciente. Cuando
la hipotensión es producto de un shock no se puede vacilar; con urgencia la
persona va a necesitar de atención médica que le suministre sueros o sangre por
vía intravenosa y le recete medicamentos para que la presión arterial aumente. Cuando
es una hipotensión ortostática provocada por el consumo de ciertos fármacos el especialista
puede cambiarlos o modificar la cantidad prescrita.
El consumo de sal es uno de los
procedimientos que emplean algunas personas para controlar los estados hipontesivos,
sobre todo cuando los síntomas aparecen como consecuencia de una deshidratación.
No es la opción más recomendable; será el médico quien determine qué tan
conveniente es esta alternativa. Por
otra parte, existen diversos grupos de principios activos que ayudan a
incrementar levemente la presión arterial, aliviar los síntomas de la hipotensión
y prevenir los mareos. No obstante, todos los tratamientos farmacológicos podrían
generar reacciones indeseadas (presión arterial alta, por ejemplo). Los medicamentos
simpaticomiméticos, la hormona Fludrocortisona y el Dihidroergotamina integran
la lista de fármacos para tratar la presión arterial baja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario